Imagínate qué pasaría si un día se corta la luz y al volver a encender el ordenador nos damos cuenta que has perdido todo lo que estaba en el disco duro.
Esta situación no es tan improbable como algunos piensan, es muy común que haya fallos en el suministro eléctrico, borrados involuntarios, fallos del hardware, o simplemente un ataque de un virus que destruya lo más valioso que tenemos, nuestra información.
El sistema operativo tiene programas de serie que pueden gestionar las copias de seguridad. No hagas copias en el disco duro del ordenador, utiliza soportes externos de tipo Pen Drive, Discos externos, DVD, etc.
No nos olvidemos que los soportes donde hemos realizado las copias de seguridad también debemos protegerlos. Por ejemplo, si se produce un incendio o un robo, y ambos (ordenadores y copias de seguridad) se encuentran en el mismo lugar, la pérdida sería irreparable. Es aconsejable, por lo tanto, que las copias no se encuentren en el mismo lugar físico que los ordenadores que respaldan.
La frecuencia con la que debe realizar la copia de seguridad depende de cada empresa.
La pregunta que debes hacerte es: ¿En caso de pérdida de los datos, de que día me gustaría poder recuperar los datos? Si la respuesta es ayer, entonces ya sabes que debes realizar una copia de seguridad cada día de forma manual o programada.
Lo que te recomendamos es realizar al menos una copia de seguridad al día de los datos más importantes y de esta forma ante un eventual fallo del PC, podremos seguir trabajando en otro ordenador con tan solo instalar el sistema operativo y recuperar la copia de seguridad.